Son muchos los atractivos que atesora Abrucena, pero sin duda uno de los más emblemáticos es el molino harinero, que data de principios del siglo XIX y es visitado anualmente por más de 3.000 personas. Se trata del único 'edificio' de estas características que aún se conserva en la comarca y que, por extraño que parezca, aún hoy sigue funcionando “a la perfección” exclusivamente con la fuerza del agua.
El molino del Partidor es llamado así por estar sobre el punto donde se parten las aguas de la sierra. La abundancia de agua, la calidad de la molienda y el tesón del Molinero D. José, mantienen viva esta reliquia del pasado.
El molino harinero fue restaurado hace algunos años, en concreto en respetando al máximo su construcción original, únicamente lijando y reparando la madera y sustituyendo las más envejecidas por otras semejantes. Esto ha permitido que hoy sus visitantes puedan ver un auténtico molino de la época.